El poder de los pensamientos

El poder de los pensamientos

Los pensamientos y creencias “son los anteojos” con los que las personas perciben e interpretan los hechos de la realidad. Es decir que no son las situaciones en si mismas las que perturban a los individuos, sino la forma en que se interpretan.

La Terapia Cognitiva nos enseña que siempre existen pensamientos entre un acontecimiento y la respuesta que el sujeto emite. Por tal motivo, una misma situación puede ser interpretada de distintas maneras.





Los pensamientos tienen “el poder” de influir sobre el estado del ánimo y las conductas de las personas ya que pueden activar diferentes emociones como la alegría, la ira y el miedo. Éstas pueden surgir con o sin la presencia de un hecho externo.

Las situaciones que en apariencia pueden resultar positivas, lo van hacer o no de acuerdo a la interpretación que cada uno le da a los hechos del exterior, es decir, lo que nos decimos a nosotros mismos, va a determinar como nos vamos a sentir y el modo en que vamos a actuar frente a ese hecho. Por ejemplo “un matrimonio gana un viaje al Caribe con todo pago. El hombre piensa que va a poder cumplir el sueño de su vida, se siente desbordado de alegría y busca en internet para ver el lugar. En cambio la mujer piensa que va a tener que subir al avión, lo cual le activa la emoción de miedo y angustia y decide no ir”.

Es importante enfatizar que no son las situaciones externas las que nos hacen sentir bien o mal, sino lo que pensamos acerca de las mismas.

¿Qué es el Optimismo?
El optimismo es una conducta que se aprende, es la visión que uno tiene de si mismo, de los otros y del mundo. Tener pensamientos positivos no es ser ingenuo o pretender no ver la realidad, sino que se trata de promover una actitud saludable, resolutiva, frente a las diferentes problemáticas que nos plantea el exterior.

Ser positivo no significa no tener problemas, o ver todo “color de rosa”, sino que tiene que ver con un estilo o forma de interpretar los hechos de la realidad, centrado en el pensamiento resolutivo, en soluciones. Los pensamientos positivos estimulan emociones de bienestar, generando una retroalimentación positiva entre lo que pensamos y como nos sentimos.

¿Por qué pensar de forma Positiva?
Pensar de forma positiva se fundamenta en determinados criterios que avalan y justifican dicha manera de pensar acerca de los hechos de la realidad.

Algunos criterios son:

Estadística: nos muestra que los hechos positivos ocurren en un porcentaje mayor que los negativos. Las situaciones positivas suceden generalmente en primer lugar. No significa que los hechos negativos no ocurran sino que pasan, pero en último lugar. Si fuese al revés, hubiésemos desaparecido como especie humana.

Pensamientos anticipatorios: lo que uno se imagina de forma catastrófica en los pensamientos, no ocurre de la misma manera en los hechos de la realidad.

Conveniencia: pensar de forma negativa activa las emociones de malestar y perturbación permanente. En cambio, los pensamientos positivos, generan emociones de bienestar.