Hernán Castillo: Insurrección Democrática

Hernán Castillo: Insurrección Democrática

thumbnailhernancastilloJunio2013Con motivo de la protesta estudiantil del pasado 12 de febrero, Día de la Juventud, se ha planteado una vez más en Venezuela la posibilidad de que finalmente estalle la “bomba de tiempo” del fracasado “Socialismo del siglo XXI”: al chavismo se le acabó la plata y el discurso; sólo le queda el secuestro de todos los poderes públicos, el uso abusivo de los recursos económicos y poderes del Estado para aplastar el descontento social, la mordaza de los medios de comunicación independientes, la brutal represión contra las manifestaciones pacíficas, la persecución y encarcelamiento de dirigentes políticos opositores y la tortura a los estudiantes presos.

De tal manera que de lo que se trata ahora para cambiar esta nueva versión de dominación militarista, “dictacracia”, que hemos padecido en Venezuela, es la organización de la insurrección democrática.

Para enfrentar a este régimen no basta, es totalmente insuficiente la sola lucha electoral con un Consejo Electoral abusivamente parcializado por el gobierno. El gobierno se jacta de que ha ganado muchas elecciones, pero esconde las condiciones en que se han desarrollado esos procesos electorales. Sin embargo, aun con ese modelo electoral mañoso la Oposición ha logrado algunas victorias importantes.





El ejercicio democrático no es solo, ni principalmente, la realización de elecciones; democracia política es respeto a los derechos humanos, libertad de expresión del pensamiento, libertad de información, independencia de los poderes públicos, representación de las minorías, libres formas de organización de la sociedad, tolerancia del adversario, respeto al derecho a la protesta, entre otros valores. Actualmente el desafío es relacionar las luchas sociales y manifestaciones políticas pacíficas, con la lucha electoral; no podemos olvidar que el próximo año tenemos elecciones nacionales parlamentarias, para luego establecer  los nuevos integrantes de los poderes públicos.

Durante estos quince años de gobierno títere de La Habana, sectores populares salían en respaldo del gobierno, ahora no. Ahora son los llamados “colectivos” quienes tienen que defender policial y militarmente al gobierno. El descontento social y el malestar nacional están represados por esos grupos paramilitares, aunque cada vez más el pueblo está perdiendo el miedo.

El tema que está planteado es complejo, se trata de responder cómo enfrentar a un régimen tiránico, con métodos democráticos de lucha. La violencia como instrumento de cambio socio político nunca es una opción, siempre será peor; la mejor prueba es que la conspiración militar y los alzamientos de 1992 en Venezuela dieron finalmente como resultado histórico esta tragedia por la que estamos pasando.

En conclusión, siempre aquellos gobiernos que tratan de eternizarse en el poder de cualquier manera a la fuerza, siempre caerán, en Venezuela no va a ser distinto. Las experiencias de las cuales tenemos que aprender y adaptar a nuestras  condiciones, son muchas. La historia y el futuro están con nosotros.

 

@CastilloHernan

 Prof. Hernán Castillo, Ph.D.
Universidad Simón Bolívar USB
Caracas-Venezuela