Mi selfie y yo

Mi selfie y yo

¿Son los selfie una práctica inocente que se está volviendo una obsesión?

Pablo Hernandez/El Toque

La gente busca cada vez más la aprobación de los otros con una cuidadosa selección de sus posts. Postean siempre lo bueno y nunca lo malo con fotografías que los muestran exitosos, aventureros; convirtiendo así a las redes sociales en una pasarela y que nadie, absolutamente nadie quiere quedar expuesto. Los perfiles pueden cambiar según los estados de ánimo, pero siempre mostrarán su mejor cara.





Entre las nuevas generaciones tomarse un selfie y compartirlas en las diferentes plataformas digitales es una práctica cada vez más común, pero hasta qué punto esta práctica que parece inocente llega a volverse en una obsesión por querer obtener el mayor número de “Me Gusta”.

Una práctica que, a veces, roza la alienación, como le pasó a un joven norteamericano que estuvo a punto de suicidarse por no conseguir su selfie perfecto.

O el caso de Jared Michael, quien quería tener un “selfie” con el tren como fondo… Afortunadamente el conductor de la máquina lo empujó con el pie para evitar que estrellara su cabeza contra el tren.

“El problema radica en las necesidades humanas que siempre han existido y que tiene cada individuo, pero ahora con la tecnología se potencian y multiplican. Empezando por la necesidad de identidad, que es el poder del individuo de reconocerse quién es, y la única forma de lograr esto es a través de los otros”,dicen expertos de la Universidad Iberoamericana.