En la esquina de Nazareno a Santa Isabel reina la soledad. Todas las ventanas y puertas de las casitas coloniales están cerradas y los vecinos evitan transitar la calle para evitar ser blanco de preguntas incómodas.
Además los residentes de la zona aseguran que desde anoche la policía quitó el cerco de seguridad que habían instalado en la zona la noche del miércoles.