La primera fotografía de 2015 que emociona a las redes sociales

La primera fotografía de 2015 que emociona a las redes sociales

Giancarlo Murisciano sujeta a su abuela en brazos el día de Nochevieja
Giancarlo Murisciano sujeta a su abuela en brazos el día de Nochevieja

Giancarlo Murisciano, de 28 años, tiene en brazos a su abuela Antonia, 87, enferma de Alzheimer. Publicada en Facebook, es ya la foto símbolo de estos primeros compases del 2015, del paso del viejo al nuevo. Giancarlo abraza a su abuela materna añadiendo palabras conmovedoras: «En el pasado tu me tenías sobre tus piernas, ahora lo hago yo abuelita, sin vergüenza y sin temor… para recordar a todos que la vida hay que vivirla y combatirla… en la vida se debe estar presente siempre y en cualquier circunstancia… este es el mi deseo para el 2015: la presencia de alguien al lado que te pueda proteger y confortar, pero también estar feliz y sonriente con nosotros…» Así lo publica abc.es

La foto ha recibido en horas centenares de miles de «me gusta». Fue realizada en Nochevieja: se había terminado la cena, a base de pescado, con los hijos y nietos de Antonia, que camina con fatiga por una reciente fractura en la cadera. Giancarlo la coge con ternura en brazos y mientras espera que la cama sea preparada se sienta sobre una silla, momento que su prima de doce años realiza la foto.

Giancarlo sabe cómo tratar a las personas frágiles. Ha estudiado Ciencias motorias y trabaja como fisioterapeuta en un gimnasio en Messina (Sicilia). «He crecido en casa de los abuelos. Tenía una habitación en su casa por si tenían una necesidad y para asistirlos de noche, pero han sido ellos los que durante muchos años me han dado mucho más de lo que yo les podía ofrecer».

Sobre el gesto de la abuela en la foto, Giancarlo aclara que no está llorando, sino que es una expresión de pudor y desagrado por su propia debilidad, y al mismo tiempo de reconocimiento por no haber sido dejada nunca sola. «De día no está nunca sola y de noche mi madre duerme con ella», afirma Giancarlo. La abuela Antonia, con tres hijos varones y dos mujeres, fue siempre el motor de la familia, y ahora son ellos los que se preocupan de ella. La foto, en la madrugada de la Nochevieja, habla del paso amoroso entre tres generaciones y está así cargada de gran simbolismo. No en vano está recibiendo aplausos y un sinfín de adhesiones, que hablan de amor, ternura y familia.