Matan a tiros a una estudiante y a un educador de la Unellez

Matan a tiros a una estudiante y a un educador de la Unellez

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Un educador y una estudiante de la Unellez fueron asesinados a balazos, y el conductor del taxi donde se desplazaban resultó gravemente herido, al ser interceptados por delincuentes que los despojaron de parte del dinero que presuntamente tenían destinado para la compra de un vehículo, hecho registrado este martes en la noche en Sabaneta, vía al llano, publica La Nación de San Cristóbal.





Las víctimas fueron identificadas como: Elys Manuel Nieves Nieves, de 29 años de edad, docente, oriundo del estado Apure, pero supuestamente residenciado en el estado Barinas, quien recibió cerca de cinco balazos; la mujer, de 20 años de edad, de acuerdo con un documento de identidad, era María Betania Noguera Pérez, al parecer estudiante de la Unellez, Barinas, le apreciaron más de 10 tiros.

Ambos murieron en el sitio, en el interior de un vehículo Fiat Siena, blanco, placas amarillas de taxi, pero sin rotulado GA714T.

La persona herida en el hombro derecho, espalda y en la parte trasera de la cabeza, es el conductor del taxi. Se identificó como Jorge Edwin Ramírez Toro, de 38 años de edad, comerciante del estado Barinas y domiciliado en el sector Renacer Bolivariano, en esa misma entidad llanera.

De acuerdo con los vecinos del sector donde ocurrió el crimen, las múltiples detonaciones se dejaron escuchar aproximadamente a las 10:15 de la noche. Al salir a la calle, al frente del conocido taller F-8, la mayoría observó en el piso a un hombre herido, en la parte externa de un taxi, y al revisar un poco más, vio a una joven sin vida en el puesto del copiloto, y a un masculino en el asiento trasero del mismo, detrás del piloto.

Algunos de los vecinos rumoraron que fueron tres hombres los que llegaron al sitio en un vehículo Chevrolet Corsa, vinotinto, del cual descendieron dos, bastante jóvenes, altos y de contextura fuerte, que apresuradamente se acercaron al carro de las víctimas y comenzaron a disparar contra ellas.

Esta versión podría coincidir con la del sobreviviente, el cual indicó a las autoridades policiales que habían viajado desde Barinas a San Cristóbal, con el propósito de comprar un carro que ya habían negociado vía telefónica con los vendedores.

El contacto entre las víctimas y los vendedores desconocidos, lo habrían conseguido a través de un amigo de Ramírez Toro, el cual estaría preso, aunque no especificó si se trata de un reclusorio de Barinas o del Táchira.

Sin embargo, las autoridades manejan al menos el alias del sujeto, y será cuestión de tiempo averiguar su identidad y verificar si, como se piensa, está involucrado en la emboscada que le tendieron a las víctimas.

Cargaron con 200 mil bolívares

Al continuar con su relato, Ramírez Toro, quien fue auxiliado y trasladado de emergencia en una ambulancia de Protección Civil Táchira al Hospital Central de San Cristóbal, agregó que al llegar al lugar pautado para la cita con los vendedores del mencionado vehículo, los estaban esperando tres sujetos que, portando armas de fuego, les dispararon sin mediar palabra, casi de inmediato.

Habría dicho el herido que los criminales se llevaron 200 mil bolívares en efectivo, pero que en el asiento trasero del taxi, detrás del copiloto, habían quedado 115 mil bolívares, que los delincuentes no robaron, porque aparentemente no vieron ese dinero.

Además de los rescatistas que auxiliaron al herido y lo trasladaron al hospital, a la escena del crimen llegaron funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana, PNB y de la policía del estado Táchira, Politáchira, que custodiaron los cuerpos y las evidencias de interés criminalístico, que luego fueron colectadas por los investigadores del Cicpc, que adicionalmente movilizaron los cadáveres a la morgue, adonde hasta este miércoles no se había presentado ningún familiar.

Los funcionarios encargados de esclarecer el caso, además de analizar las evidencias colectadas, de efectuar experticia en el vehículo, interrogan al testigo, a fin de cotejar su testimonio con el trabajo técnico y de balística que hicieron en el sitio.

Miriam Bustos