Los médicos especialista del área de Maternidad de la Clínica Popular del Valle “Patrocinio Peñuela”, denuncian la violación de sus derechos como trabajadores, además de ser insultados y amedrantados por la nueva directora de dicho centro médico, la enfermera y Mayor Denisse Uriepero, y por Roberto Silva, Director de Ambulatorios del Seguro Social.
Los galenos explicaron que desde que se inauguró la Maternidad Segura dentro de la Clínica Popular, se hizo con el fin de atender partos de bajo riesgos y así aligerar la carga de casos en otros hospitales, beneficiando por supuesto a la comunidad del Valle y zonas cercanas. Sin embargo, desde la llegada de la nueva directiva, la situación se comenzó a suscitarse de forma negativa, pues según declaraciones de los médicos, están siendo víctimas de agresiones psicológicas.
Dicha denuncia surge por la exigencia por parte de los altos directivos a cumplir un nuevo horario que viola la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras (Lottt), que en su Artículo 173 indica que se establece una jornada laboral de cinco (5) días a la semana de ocho (8) horas diarias, que no podrá exceder de las cuarenta (40) horas semanales, y el trabajador tendrá derecho a dos (2) días de descanso continuos y remunerados.
“En la clínica, desde hace más de seis años se viene trabajando con una jornada mixta de trabajo que comprende el cumpliendo de un horario tanto diurno como nocturno, es decir, se labora tres turnos diurnos (mañana-tarde), más las guardias cada seis días de 12 horas en el turno de la noche, y 24 horas los fines de semana, además del disfrute del día de descanso. Pero ahora, esta nueva directiva nos quiere obligar a cumplir cuatro turnos diurnos, más las guardias nocturnas y fines de semana, excediendo así las horas establecidas por la Lottt”, aseguró uno de los médicos.
Ante tal situación, estos doctores se reunieron con Uriepero, Silva y con el Jefe Médico de la Clínica Popular, Alfredo García, para negociar, pero en dicha reunión los galenos fueron insultados por el Director de Ambulatorios, calificándolos de “manzanas podridas”. Además les negaron cualquier tipo de negociación, según ellos, por órdenes de la Directora General de Hospitales del Seguro Social, Antonieta Hurtado.
Pero, además de ser obligados a trabajar horas de más, sus horarios de trabajos fueron cambiados sin previo aviso. “También nos cambiaron arbitrariamente nuestros horarios, horarios que estaban establecidos desde hace años. El problema radica en que todos nosotros trabajamos en otros hospitales, y con este cambio de horario nos están obligando a renunciar a esos centros médicos. Además, no nos están respetando los dos días de descanso de post guardia. Nos pidieron la renuncia en varias oportunidades si no aceptábamos estos cambios”.
Ante tal situación, los médicos se vieron en la obligación a exponer este caso ante el Colegio de Médicos y la Federación Médica Venezolana, quienes respondieron repudio tales circunstancias y decisiones por parte de los directivos de la Clínica Popular. También enviaron una carta al Coronel Carlos Rotondaro , presidente del Seguro Social, donde solicitaron que justificara legalmente por qué cambiaron los horario e incrementaron las horas de trabajo. No han recibido respuesta aún.
Para ejercer más presión sobre los médicos, desde este lunes los amenazaron con amonestarlos si no cumple con el horario establecido, intimidándolos con que a la tercera amonestación los despedirán.
Los médicos también aseguran que posteriormente buscaran la renuncia de sus colegas de otras clínicas populares como la Lebrum, Catia, El Paraiso y Caricuao que cuentan con especialistas en pediatría, obstetricia y anestesiología.
Las enfermeras también están siendo víctimas de estos ajustes arbitrarios, pues les ordenaron a vigilar a los médicos, pero ellas se negaron, y desde entonces les están quitando el disfrute de su día libre fijo imponiéndolo rotativo.
En dicho centro médico, también ofrecen consultas externas en otras especialidades, como medicina interna, traumatología, psiquiatría, entre otros, y los médicos que trabajan en estas áreas tampoco se escaparon de tales circunstancias.
Con la situación crítica que golpea a todos los hospitales del país, la Clínica Popular del Valle no se escapa de esta realidad, por lo que la atención en partos ha disminuido, sin embargo, los directivos culpan a los médicos de las estadísticas bajas que se manejan actualmente. Los doctores aseguran que con tal excusa quieren cerrar el área de la maternidad, perjudicándolos a ellos y a la comunidad en general, además de transformar la clínica en ambulatorio por órdenes de la alta directiva. (LaPatilla.com)
