Papa Francisco pide diálogo entre las comunidades y los responsables de la minería

Papa Francisco pide diálogo entre las comunidades y los responsables de la minería

Papa Francisco / Foto REUTERS / Yara Nardi

 

El papa Francisco pidió diálogo entre los representantes de las comunidades involucradas en las actividades mineras y los responsables de las compañías y sobre todo la defensa de los pueblos originarios que son los más afectados.

Este diálogo “es un paso esencial hacia adelante en el camino hacia el progreso” y que “debe convertirse en la norma”, dijo Francisco al recibir hoy a los participantes en la reunión sobre “La industria minera para el bien común” organizada por el Departamento del Servicio de Desarrollo Humano Integral.





“Es importante en cada etapa de los proyectos mineros que el privilegio involucre a las comunidades locales con sus perspectivas y sus soluciones”, explicó Francesco.

Y citó la necesidad de proteger “el destino de los aborígenes de la Amazonía, comunidades hermosas y frágiles, que tienen mucho que enseñarnos y que, en cambio, se ven obligadas a abandonar sus tierras para realizar proyectos mineros”.

Para ello, el papa ha organizado en octubre un Sínodo de obispos sobre la Amazonía que entre otros cosas se ocupará de estos temas.

Asimismo, puntualizó que la actividad minera también debe “estar al servicio de la persona humana” y no al contrario y “explotarla”,

“La atención a la protección y el bienestar de las personas involucradas en las operaciones mineras, así como el respeto por los derechos humanos fundamentales de los miembros de las comunidades locales y aquellos que defienden sus causas, no son principios negociables”, aseveró.

Otra de las reflexiones del papa sobre la minería fue la necesidad de “fomentar el desarrollo de una economía circular que adopte el criterio de sobriedad y promueve la reutilización y el reciclaje en lugar de producir residuos y favorecer la lógica consumista”.

Francisco reiteró su critica al sistema económico actual culpable de “las condiciones precarias de nuestro hogar común”.

“Es un modelo voraz, orientado a la ganancia, con un horizonte limitado y basado en la ilusión de un crecimiento económico ilimitado” y causante del “impacto desastroso en el mundo natural y en la vida de las personas”, aseveró. EFE