Un hombre ganó la lotería y se convirtió en millonario, el día después de que lo despidieron. David Adams, de 61 años, fue despedido de su trabajo como maquinista de madera el viernes 31 de julio.
Por Birminghammail.
Traducción libre de lapatilla.com
Fue la última mala noticia en un año ya difícil en el que su hermano murió de coronavirus y su cuñada murió de un ataque al corazón.
Pero todo cambió cuando revisó sus números de lotería y descubrió que había ganado un premio de un millón de libras.
Él y su esposa Shelley, de Chipping Norton, Oxforshire, planean ser cautelosos pero comprarán un auto nuevo y reservarán unas vacaciones, cuando sea apropiado.
“Mucha gente pensaría que el despido fue la peor noticia, pero de hecho es sólo la gota que colma el vaso de un catálogo de dificultades que hemos experimentado”, comentó David.
“El año pasado, Shelley fue diagnosticada con EM y tuvo que renunciar al trabajo que amaba como cuidadora comunitaria, presionando nuestras finanzas y aumentando su ansiedad clínica.
En abril, lamentablemente perdimos a mi cuñada debido a un ataque cardíaco masivo, luego, dos semanas a principios de mayo, recibimos la noticia que, lamentablemente, tantas familias han recibido este año: su esposo, mi hermano, había fallecido debido a Covid -19”, recordó el hombre de 61 años
“Ha sido un momento realmente difícil, pero nos mantenemos unidos y tratamos de seguir sonriendo, lo que sea que la vida nos haya lanzado. Nunca, ni en nuestros sueños más locos, pensamos que lo siguiente que nos lanzarían sería un millón de libras esterlinas”, recordó.
Shelley, de 52 años, agregó “David juega en línea de vez en cuando, siempre usando dos líneas de números que son importantes para nosotros.
El domingo por la mañana, alrededor de la 1.30 de la mañana, David entró en nuestra habitación diciendo: ‘¿Estás despierto?
Pero cuando encendió la luz, pude ver que estaba temblando, así que mi mal humor se preocupó cuando le pregunté qué pasaba, por lo que me dijo que habíamos ganado la lotería”.
“Estaba furiosa, ¡pensé que se refería a diez libras!”
Shelley miró el teléfono que David sostenía en su mano temblorosa y vio una larga línea de ceros. Solo entonces empezó a darse cuenta de que tal vez habían ganado en grande.
Shelley dijo que tomó el teléfono de David e irrumpió en la habitación de su hijo para pedirle que lo verificara.