Entre desidia y desechos sobreviven los pacientes del hospital de niños de Barcelona

Entre desidia y desechos sobreviven los pacientes del hospital de niños de Barcelona

Foto: Cortesía/ Corresponsalía La Patilla

 

Las carencias de todo tipo son parte de la normalidad en el hospital de niños Rafael Tobías Guevara, en Barcelona, razón por la que sus trabajadores aseguran que son víctimas de la desidia gubernamental.

Por: Javier A. Guaipo/ Corresponsalía La Patilla

La inseguridad, falta de insumos y de herramientas básicas son algunas de las situaciones con las que deben convivir a diario. Sumado a que los familiares de pacientes aportan su cuota al arrojar basura por las ventanas de las habitaciones.

Según Rafael Simoza, delegado de prevención del nosocomio pediátrico anzoatiguense, parte del personal no cuenta con un lugar de descanso adecuado.

“Los que laboran en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) tienen una poceta en el baño de su dormitorio puesto que los estudiantes de medicina la donaron hace un par de meses; ni eso tenían”.

Foto: Cortesía/ Corresponsalía La Patilla

 

Asimismo, resaltó de que no poseen un lavamanos para cumplir con la higiene de manera correcta. “Para botar las secreciones de los pacientes, deben improvisar un inodoro. Además, al momento de lavar los materiales les toca utilizar dos tobos; y a medida que van enjuagando, van botando”.

Por su parte, Leonardo Bravo, jefe del departamento de nutrición del área de cocina del centro asistencial, contó que ha visto hasta el cansancio a parientes de los recluidos lanzar desperdicios por todo el recinto. “Es grave que la gente tenga ese nivel de inconciencia. Aquí tenemos bastante tiempo sin recipientes para la basura, pero eso no les da derecho de echarla donde se les antoje”.

Agregó que están causando una contaminación que puede afectar a todos los pacientes, lo que sería mucho peor para ellos porque el hospital no tiene insumos de ningún tipo.

Otra de las problemáticas que han denunciado constantemente, tanto trabajadores del nosocomio pediátrico como familiares, es la inseguridad. La situación es tan grave que hace un par de semanas unos individuos intentaron ingresar tres veces al piso de oncología. Buscaban despojar de sus pertenencias a los que estaban en el lugar, pero finalmente no lo lograron.

Sin embargo, en otras áreas del recinto los maleantes han hecho de las suyas y han robado teléfonos, dinero y hasta cajas con medicamentos.

Lo que más preocupa a todos los implicados es que, después de numerosas quejas, tanto la directiva como las autoridades gubernamentales no han planteado medidas para contraatacar dicha situación.

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