Cómo tratar el herpes Zóster, la “culebrilla” que está causando alarma entre los venezolanos

El herpes zóster se conoce comúnmente como culebrilla. | Foto: NY Post

 

 

 





Los casos pueden ser aislados, pero los pacientes tienen en común el precedente de haber sufrido la varicela, conocida como lechina. Es así que el herpes zóster y bautizado como culebrilla, aparece como un incómodo sarpullido en la piel y puede ser confundido con otra lesión. Especialistas llaman a confirmar el diagnóstico médico, debido a que se aloja en terminaciones nerviosas y suele expandirse sin el debido tratamiento.

Por La Prensa Lara

También recomiendan evitar esas creencias con desenlaces fatales ante la unión de ambos extremos, porque se trata de una afección que puede ser controlada con antivirales y es rápida dependiendo de la evolución del paciente. Según Javier Cabrera, autoridad regional de Salud, no existen rebrotes en la región y solo se presentan casos aislados, los cuales van recuperándose de acuerdo al seguimiento del especialista.

Según la dermatóloga Lisbella Asuaje la mayoría de la población está propensa, al tratarse de la reactivación del virus a partir de la varicela. “El virus está latente y pueda estar dormido, pero a riesgo ante alguna inmunosupresión o debilitamiento del sistema inmunológico”, señala de ese antecedente con la lechina.

Precisa que ataca áreas con terminaciones nerviosas y se multiplica hasta expandirse con raíces dorsales. Puede aparecer en cualquier área del cuerpo, especialmente en el área torácica. Suele despertar alarmas en días previos con ligeras molestias o especie de hormigueo en la zona. Luego con las lesiones se van desplazando de forma lineal. No es letal, pero de llegar a ser una inflamación severa, genera neuralgia, parálisis facial (de ser en el rostro) y es más lenta la cicatrización. La recuperación puede ser de 7 a 15 días. Además de los cuidados de higiene personal para evitar infecciones. No se contagia, tal como la varicela.

Según el infectólogo Antonio Mata, puede atacar a niños y adultos con ampollas de líquido que se agrupan en una área, a diferencia de la varicela que es diseminada. Resalta que en los adultos suele ser más doloroso, pero lo importante es controlar y evitar la infección en las lesiones.