El drama de los niños migrantes: Colombia quiere que lo adopten y en Venezuela, su familia lo quiere de vuelta

Niños juegan frente a la casa de los Guanipa en Punto Fijo, Venezuela, el 28 de Julio de 2022. (Andrea Hernandez Briceno/For The Washington Post)

 

El niño había estado en el sistema de bienestar familiar por casi dos años y el tutor legal se estaba quedando sin opciones.

Traído a Bogotá por su madre venezolana y después abandonado, el niño de cabello castaño había pasado más tiempo bajo la custodia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar de lo que permite la ley. Los funcionarios de la dependencia le habían dicho a la Corte Constitucional del país que habían hecho todo lo posible para encontrar a la madre y que no habían tenido éxito. Tampoco pudieron ubicar familiares en Venezuela para cuidarlo.





Por Samantha Schmidt, Ana Vanessa Herrero y Diana Durán / The Washington Post

Ahora, la defensora de familia del niño le pedía al tribunal que lo convirtiera en ciudadano, un primer paso para poder darlo en adopción.

Una foto del niño se muestra en el teléfono de su familiar, Yocelyn Carolina González en Punto Fijo, Venezuela. (Andrea Hernandez Briceno/For The Washington Post)

 

Pero, en la ciudad natal venezolana del niño, los miembros de su familia extendida —una tía, una bisabuela y un prima que lo cuidaban cuando era un niño— dicen que nunca fueron contactados por los funcionarios del gobierno colombiano. Ninguno sabía sobre el caso de la corte.

El niño, que ahora tiene seis años, es uno de los cerca de 1.200 niños venezolanos que están atrapados en un sistema de bienestar infantil que no ha querido o no ha podido encontrar a sus familias, bajo un gobierno que no tiene relaciones diplomáticas con el vecino país.

Colombia ahora ha decidido optar por lo que ve como una solución: iniciar el proceso para que estos niños sean elegibles para la adopción. Con la aprobación de un juez, unos 235 niños en circunstancias similares podrían ser colocados permanentemente con nuevas familias.

Neyda Josefina Guanipa, la tía abuela del niño, en Punto Fijo. La extensa familia Guanipa ocupa la mayor parte del barrio. (Andrea Hernandez Briceno/For The Washington Post)

 

Pero una investigación de The Washington Post cuestiona las afirmaciones del gobierno. Los funcionarios le dijeron a la Corte Constitucional que habían agotado todos los medios para encontrar a familiares que pudieran cuidar al niño. El magistrado Jorge Enrique Ibáñez Najar estuvo de acuerdo y escribió que “la familia materna no tiene interés de ser contactada o hacerse cargo del niño”.

A las reporteras del Post les tomó menos de una semana usar Facebook para identificar y contactar a los familiares del niño en Venezuela, así como a su madre en Bogotá.

Todos dijeron que quieren al niño de vuelta.

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