William Anseume: Robo “despersonalizado” a los universitarios

William Anseume: Robo “despersonalizado” a los universitarios

Este año el ensañamiento contra la universidad y los universitarios ha sido el más cruel. Evidentemente el poder se percibe fortalecido para concretar el arrase definitivo en la educación en Venezuela. Ha hecho de la universidad su enemigo primordial; busca, por tanto, eliminarlo. Lo peor es que lo está consiguiendo.

Este año han atacado a gremios y sindicatos. De tal modo que los aportes y retenciones, eso que le descuentan como cuota mensual a profesores, trabajadores y obreros, para las cajas de ahorro, los sindicatos y asociaciones, los institutos de previsión social, se lo quitan a los asociados, a los afiliados y no lo entregan a las instituciones desde enero. Se perfila la eliminación por asfixia de esos entes. A pesar de que sus afiliados cotizan las cuotas previstas. Un vulgar y descarado robo. Una apropiación indebida de fondos, con un objetivo claro: la desaparición de instituciones combativas.

Posteriormente, este mismo año, en mayo, procedieron a desconocer la Convención Colectiva que impusieron. Redujeron los sueldos, aprovechando el “aumento”. Algunas universidades, como la USB pagaron el ajuste de acuerdo a la CCU impuesta y procedieron la luego a bajar los sueldos y a descontar para ajustarse a la nueva imposición: el instructivo ONAPRE. Otro descarado robo.





No conformes, en julio, cuando correspondía pagar el bono vacacional y de recreación, no lo hacen. Postergan su pago por una razón: robárselo. Y así lo hicieron. No lo pagarán en una sola emisión, sino por partes. Tres de ellas este año, en tres ínfimas cuotas de 10 días cada una -consideremos que son 105 días en total- y el resto en un muy ambiguo: hasta julio de 2023. La USB notificó anoche que el pago de estos primeros 10 días ya está cargado a la Plataforma Patria y serán calculados conforme no al último sueldo ajustado, sino a marzo de este año. Antes del ajuste. ¿No es esto el incremento del robo?

Los universitarios, los educadores y demás trabajadores públicos del país tenemos razones de más para la gran molestia expresada en las calles nacionales todos estos días. Esa que esperan produzca pronto un cansancio. La respuesta tiene que ser la inmediata paralización de las actividades laborales. Ya la calle demostró que no parará las acciones antiuniversitarias. No le importa esto al régimen. Lo otro que ocurrirá es la renuncia paulatina, la migración de maestros, profesores, trabajadores y obreros a la empresa privada o a otros países. Otra de las acciones que el régimen quiere incrementar, para su sádica satisfacción.

Los amigos que fueron a suplicar a Miraflores, a prosternarse a Miraflores este mismo año, ante supuestos diputados de la misma calaña del régimen, tarifados por el, no contaban con esta macabra respuesta otorgada por quienes no se dejan conquistar con simulaciones y proceden implacables a la procura de la doblegación y la sujeción absolutas.

Pero, el régimen también ha trabajado por suprimir la personalización. No son las autoridades, es el Sistema Patria; no son los ministros, es la ONAPRE. Mentira. No es el Sistema Patria, ni la ONAPRE. Los responsables del desastre en la educación venezolana son los individuos que integran este régimen de oprobio, de terror, de crimen, de inhumanidad, de sangre y dolor y huida en estampida de nuestros coterráneos. Los responsables de toda esta irresponsabilidad son Nicolás Maduro y sus ministros, encabezados por Tibisay Lucena, Yelitze Santaella y Ricardo Menéndez. No son abstracciones. Son agentes reales los que ejecutan la destrucción de la educación, del trabajo, de la administración pública en Venezuela.