Profesionales de la enfermería del Hospital Central de San Cristóbal, en Táchira, denunciaron que fueron víctimas de acoso por parte de un fiscal del Ministerio Público, que amenazó con llevarlos presos si no atendían a los pacientes del área Covid-19, aun cuando los enfermeros no contaban con los equipos de bioseguridad.
Por Anggy Polanco / Corresponsalía La Patilla
Wilmer Osorio, intensivista del citado centro asistencial, relató que el pasado miércoles 28 de septiembre, fueron abordados por el funcionario de una manera grosera y tosca, quien los agredió verbalmente y amenazó con llevarlos a prisión si se negaban a las peticiones que realizaba la jefa de enfermería.
Osorio recordó que no es un secreto el alto índice de escasez de personal durante los turnos de la noche y del día, déficit que alcanza hasta el 50%, lo cual multiplica la carga de trabajo que tienen durante las jornadas diarias. Sin embargo, aun así han cumplido a cabalidad y se las ingenian para atender a los usuarios del nosocomio.
Señaló que la enfermera Mariana Caicedo participó activamente en la agresión que sufrieron los enfermeros de la Unidad de Cuidados Intensivos, luego de una evidente falta de planificación administrativa, puesto que la licenciada quería más personal en el área de aislamiento en donde había un paciente, pero el personal de enfermería no tenía los implementos para realizar el protocolo propio de bioseguridad.
Además, en el área UCI tenían a cuatro pacientes que requerían la atención de un enfermero por cada persona, acotó el enfermero.
“Esa mañana no había material de bioseguridad en el hospital, porque estaban buscándolo, y no ingresamos al área hasta que no tuviésemos el equipo completo”, explicó Wilmer Osorio.
Dos horas después de haber llegado a un acuerdo con el licenciado Rubén Duarte, al sitio se apersonó el fiscal del Ministerio Público, quien los acusaba de delito contra los derechos humanos.
Breiner Vanegas, otro profesional de la enfermería, manifestó que se les acusó de desasistir el área Covid-19, pero en realidad lo único que hicieron fue cumplir con las normativas de bioseguridad para proteger su integridad y la de sus familiares.
Recordó que en el Hospital de San Cristóbal existe un gran déficit de personal. En ocasiones en la Emergencia cuentan con un solo enfermero para tres áreas, un solo enfermero para piso que tiene capacidad para 15 pacientes y deben laborar las 12 horas continuas sin respetarse los momentos de descanso, que muchas veces no se cumplen, a fin de atender a los usuarios.
“Fuimos violentados, fuimos tratados mal por un fiscal que no toma en cuenta la situación en la que estamos y en la que nosotros venimos a trabajar y que damos el todo por el todo”, contó Vanegas.
Yolimar Molina, enfermera del área de críticos, manifestó que se sienten afectados psicológicamente, pues tampoco reciben una motivación monetaria. “Sentir esa persecución que se recibió ese día fue algo fuerte”, dijo Molina.
Los profesionales de la enfermería del centro de salud aseguraron que llevarán la denuncia hasta el Ministerio Público, en vista que consideran que fueron tratados como delincuentes.
“Lo único que hizo falta fue que sacaran las esposas y nos llevaran presos. Yo me sentí mal, entré en crisis, comencé a llorar y tuve que ir esa tarde a la unidad Covid, sin materiales de bioseguridad y sin nada”, narró.
Los enfermeros fueron a la oficina del fiscal Rómulo Hernández, quien al otro día parecía una persona distinta a la que se apersonó al hospital, refirieron los denunciantes y este les leyó unos derechos.
“Así como los pacientes tienen derechos, nosotros también tenemos derechos”, aseveró Yolimar Molina.