Una caminata de 20 minutos por día ayuda a la salud cardiaca, según la Asociación Americana del Corazón

Una caminata de 20 minutos por día ayuda a la salud cardiaca, según la Asociación Americana del Corazón

La actividad se mide por la cantidad total de minutos de actividad física moderada o enérgica por semana (Getty)

 

 

La entidad médica estadounidense emitió una declaración científica para que se reduzcan las barreras que hacen que las personas sean sedentarias. Qué se debe tener en cuenta para que un paseo cotidiano resulte saludable.

Por infobae.com

Caminar es una de las formas más sencillas de mantenerse activo. Con cada paso que se da, la persona avanza en el camino hacia un estilo de vida más saludable.

La Asociación Estadounidense del Corazón (American Heart Association, en inglés) emitió una nueva declaración científica por la cual recomienda hacer una caminata diaria de 20 minutos, una práctica que puede ayudar a reducir las disparidades de la salud cardíaca. Fue publicada en la revista especializada Circulation.

La actividad física regular es una métrica de estilo de vida saludable. La organización médica ya había elaborado la lista de “Los 8 esenciales de la vida”. Se trata de una lista para medir y cuidar la salud cardiovascular.

Incluye tener en cuenta cuatro factores de salud, como los niveles de presión arterial, el nivel colesterol, azúcar en sangre y el índice de masa corporal, y controlarlos si no están en los valores adecuados.

La caminata diaria forma parte de la lista de “Los 8 esenciales de la vida” que elaboró la asociación médica. Uno de ellos es la actividad física regular para prevenir enfermedades cardiovasculares (Getty)

También la lista implica verificar si la persona considera otros cuatro factores de conducta/estilo de vida, como abandonar el tabaquismo, realizar actividad física de manera regular, dormir entre 7 y 9 horas diarias para lograr una salud cardiovascular óptima para los adultos y más para los niños según su edad y adoptar una alimentación con más frutas, verduras, frutos secos y legumbres, granos integrales, lácteos bajos en grasas y reducir sodio, carnes rojas y procesadas, y bebidas azucaradas

Sin embargo, los expertos de la Asociación mostraron preocupación al considerar que menos de uno de cada cuatro adultos alcanza los niveles de actividad física recomendados por las pautas del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos.

Las pautas federales, respaldadas por la American Heart Association, recomiendan que los adultos realicen al menos 150 minutos de actividad física moderada cada semana. “Para acercarse a los niveles recomendados puede ser tan simple como realizar una caminata diaria de 20 minutos”, escribieron.

La actividad se mide por la cantidad total de minutos de actividad física moderada o enérgica por semana, según lo definido por las Pautas de Actividad Física para estadounidenses. El nivel óptimo es 150 minutos de actividad física moderada o más por semana, o 75 minutos por semana de actividad física de intensidad alta para adultos; 420 minutos o más por semana para niños de 6 años o más; y modificaciones específicas según la edad para niños más pequeños.

El doctor Roberto Peidró, director del Instituto de Ciencias del Deporte de la Universidad Favaloro, en Buenos Aires, Argentina, consideró que la declaración de la Asociación Estadounidense del Corazón es muy importante

“Descubrimos que muchos grupos con una salud cardíaca deficiente tenían bajos niveles de actividad física. Sabemos que la actividad física regular es un componente clave para una salud cardíaca óptima. Estos hallazgos dan la oportunidad de centrar nuestros esfuerzos en programas de actividad física en los sitios donde más se necesitan”, dijo el doctor Gerald Jerome, presidente voluntario del comité de redacción de la declaración científica y profesor del departamento de kinesiología de Towson University en Towson, Maryland.

“Es importante ayudar a todos a mejorar la salud del corazón”, expresó. Identificaron que los niveles de actividad física eran más bajos entre ciertos grupos de personas con factores de riesgo elevados de enfermedad cardiovascular existentes.

Por ejemplo, se observó menor nivel de actividad física en adultos mayores, mujeres, afroamericanos, aquellos que padecen depresión, personas con discapacidades, individuos de bajos ingresos socioeconómicos o que viven en áreas rurales o en vecindarios con menos facilidades para caminar.

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