Después del 22-0: una visión prospectiva, por Rafael Veloz García @Rafaelvelozg

Después del 22-0: una visión prospectiva, por Rafael Veloz García @Rafaelvelozg

Hemos escuchado en el mundo político, así como de los venezolanos en general, la pregunta de ¿qué vamos a hacer si gana la primaria un candidato inhabilitado? La pregunta correcta, sin embargo, debería ser: ¿Sí gana un candidato que Maduro ha bloqueado por la vía de la inhabilitación, qué debemos hacer para que la voluntad popular sea respetada? Como se observa hay una gran diferencia entre ambas preguntas, porque la primera da por sentada una actitud derrotista. Sabemos que las inhabilitaciones son inconstitucionales y es por eso que la Comisión Nacional de Primaria, en el marco del reglamento elaborado para el proceso, acordó la posibilidad de la participación de personas inhabilitadas, porque se comete un acto aberrante contra ellos, al cercenarles sus derechos políticos consagrados en la carta magna, sin justificación legal alguna.

Visto de esa manera, ante la verdadera interrogante que hay que plantearse, lo que debemos es dar respuesta a lo que hay que hacer para que el ejercicio cívico de la elección primaria pueda cumplirse de manera libre. Para que sea así, tenemos que contar con los mecanismos que permitan a cualquiera que sea el ganador que no se mantenga en la oscura lista de los inhabilitados para la elección presidencial de 2024.

Lo anterior es mucho más que una idea. Es un planteamiento de fondo que ha hecho público repetidamente Freddy Superlano, el candidato a la primaria por Voluntad Popular y de una alianza que integran los partidos políticos Bandera Roja y Fuerza Liberal, otros de carácter regional, organizaciones de corte social, así como del movimiento Líderes por el Cambio, que componen en forma de voluntariado independientes de varios estados del país. En lo expuesto está el centro del asunto, porque ganar la primaria no es suficiente.





El resultado del 22 de octubre abre una nueva fase, en la cual es indispensable un acuerdo concretado antes de esa fecha, para dejar todo muy claro para facilitar el recorrido y las acciones a emprender en esa nueva etapa. Se trata de hacer política sin intereses que no sean otros que los venezolanos y nuestra nación y de lograr ese acuerdo entre todos los candidatos y los partidos que los representan.

Es en este punto de gran valor el llamado Protocolo Barinas de Freddy Superlano, que contiene lo primero que debemos hacer que es tener la estrategia y las acciones que hay que ejecutar de resultar ganador un inhabilitado.

Sobre ello, solo podemos ofrecer algunas consideraciones, porque las estrategias no se revelan, menos en las circunstancias en que nos encontramos. Pero tranquilos, en su momento las conocerán todos los ciudadanos.
Teniendo antecedentes de que el régimen no respeta el estado de derecho y que nos movemos para avanzar en un campo minado, lo importante es tener elementos estratégicos viables y un alto sentido de unión a lo interno para lograr la cohesión que se requiere con el fin de alcanzar los objetivos. Y el primordial es que no podemos dejar a Venezuela sin un candidato.

La vía electoral unitaria ya forma parte de la militancia democrática, del activismo democrático de los venezolanos. Por eso es que progresivamente hemos dado importantes pasos que se traducen en avances, gracias al trabajo y a la confianza que Venezuela y el mundo le han dado a la Comisión Nacional de Primaria.

El país y la historia está esperando un acto de madurez política y esa muestra se vio con el Protocolo de Barinas, que tiene los siguientes componentes: todos somos necesarios y a ello hay que sumarle actuar en una misma dirección y a esto a su vez la organización que debe ser extrema y en su máxima expresión. Esto se entiende, entre otros aspectos, en que no haya mesa electoral que no esté debidamente atendida en la elección presidencial de 2024. Y el otro elemento es no dejar que la esperanza y la expectativa visible de cambio se quede sin candidato, como señalamos antes.

Independientemente de lo que suceda en la primaria es necesario constituir antes un acuerdo para tales fines, con una visión prospectiva, es decir, de mirar hacia delante, siempre hacia delante.

El espíritu para ello debemos construirlo de una vez para entrar a esa nueva fase después del 22 de octubre, pues si no lo hacemos se nos puede complicar la situación, porque desde el día después de esa fecha histórica comenzará un nuevo juego en el mismo campo, pero quizás más minado todavía. Por lo tanto, en esta nueva fase tiene que haber una articulación con todos los sectores sociales, porque la primera etapa fue con la Plataforma Unitaria Democrática, es decir, solo con la articulación de las organizaciones políticas. Y en la segunda hay que incorporar a los agentes sociales y para ello tiene que haber un poderoso espíritu unitario, que nos permita tener listas las bases de solución a cualquier jugada que realice el régimen.

 


Dr. Rafael Veloz García, diputado a la Asamblea Nacional y al Parlasur electo en 2015; expresidente de la Federación Interamericana de Abogados (FIA); miembro de la dirección nacional de Voluntad Popular, VP.