Depresión y ansiedad, los síntomas menos conocidos del dengue

Depresión y ansiedad, los síntomas menos conocidos del dengue

Tras la fase aguda del dengue, la prevalencia de sintomatología depresiva significativa se mantiene en un rango del 5 al 15% (Composición Infobae – Imagen Ilustrativa Infobae)

 

Una consulta por una queja habitual: el cansancio y la astenia, una manifestación clínica cada vez más frecuente como he planteado en otra nota (Cansancio, astenia y fatiga: cómo diferenciarlos y cuándo se debe consultar), generó que, debido a la diversidad de síntomas aparentemente considerados como menores por quien consultaba, se elaborara una anamnesis más amplia. Es decir, que era necesario realizar una mayor cantidad de preguntas para arribar al diagnóstico. Así la persona refería una cefalea pertinaz y muy molesta, siendo que no tenía usualmente ese síntoma. También refería dolores articulares en algunas partes del cuerpo que le llamaban la atención, pero los atribuía a una práctica deportiva por fuera de su estado físico.

Por Infobae





Esta anamnesis llevó a la presunción y posterior comprobación por laboratorio y pruebas, realizadas en la derivación, que el cuadro era en realidad dengue. Lo interesante es que este cuadro había cursado con un importante aumento de la ansiedad y con ideas depresivas, estas últimas no presentes en su vida habitual.

La astenia y la ansiedad parecen a veces las condiciones normales de vida actual, y por eso son subvaluadas y estudiadas. El interés de este artículo es plantear que quizás en el contexto actual de incremento de casos por cuadros virales, entre ellos el dengue, deban ser considerados como parte del interrogatorio en situaciones con aumento de temperatura, dolores articulares y astenia.

En la actualidad, el diagnóstico diferencial se impone frecuentemente con COVID-19, en razón de la coincidencia en el espacio – temporal de dos patologías virales que presentan cuadros similares como tales, pero con diferencias clínicas aparte de las de laboratorio y testeo. En tanto, la Organización Mundial de la Salud, en sus guías de diagnóstico y tratamiento del dengue, clasifica a las presentaciones en dos formas, sin y con complicaciones, o severo.

Para leer la nota completa, aquí