El agradecimiento en la política, por @ArmandoMartini

El agradecimiento en la política, por @ArmandoMartini

Armando Martini Pietri @ArmandoMartini

La política se percibe como un campo de batalla repleto de conflictos y rivalidades. El acto de agradecer parece cortesía del pasado, más que una práctica vigente. Sin embargo, es en ese entorno difícil donde el agradecimiento es necesario para fomentar una cultura de respeto, cooperación y progreso. El tributo de adhesión a desagradecidos que nada o poco tienen, costará sudor y lágrimas. 

La gratitud en política va más allá de la urbanidad amable, no genera suspicacia ni gabela para asistir con prohibición de nombrar; es un reconocimiento de la interdependencia y el valor de los demás, aliados o adversarios. Retribuir a opositores e incluso a votantes por su participación en un proceso democrático que reverencie la integridad electoral, eleva el nivel del discurso público, fortalece la confianza y robustece el respeto mutuo, esenciales para cualquier convivencia saludable y sostenible. 

Corresponder, es un antídoto contra la polarización. Al valorar contribuciones de otros actores y en diferentes perspectivas, el liderazgo abre camino al entendimiento y colaboración. No implica estar de acuerdo, sacrificar principios, o menguar posiciones, sino demostración de aprecio al proceso democrático y al papel que cada ciudadano juega en él, y en especial, con aquellos que, sin esperar retribución, se ofrecen incondicionales.





El acto de agradecimiento tiene un impacto significativo en cómo los políticos son percibidos por el ciudadano. Un político que muestra gratitud hacia su equipo, adversarios y a la misma ciudadanía, transmite un mensaje de buena aurora, humildad y apertura. No obstante, pretender desde la condición de sleeper, el cómodo endoso de la transferencia placentera, es un atrevimiento irrespetuoso del anónimo que no refresca el ambiente caracterizado por la confrontación. En la práctica del agradecimiento, se encuentra una herramienta estratégica para la construcción de alianzas y gestión de conflictos. 

Reconocer los esfuerzos e inquietudes ajenos, por ejemplo: la primaria del 22 de octubre y sus resultados, facilita pactos robustos, duraderos, porque se basan en el respeto mutuo, registrando aportes y realidades, sin ilusiones del pretendiente por descarte. Sin embargo, la sinceridad genuina no fingida, es clave en el agradecimiento. Si es percibido como interesado, superficial o estratégico para beneficio propio, o de parcialidad conveniente, tendrá un efecto contraproducente, inverso, convirtiéndose en una calamidad que generaciones pagarán caro. Por lo tanto, el gesto debe nacer de la probada y genuina apreciación.

El agradecimiento debe ser una práctica amplia que permee áreas de la vida. Agradecer a diario mejora las relaciones personales y el bienestar emocional. En política, la sanidad reacciona favorable en construir un futuro auténtico, saludable y positivo. 

En la tumultuosa arena de la política, gratificar no es una escueta formalidad, sino una necesidad urgente, una habilidad para mejorar la armonía democrática. Valorar actores del espectro político no es solo una cuestión de etiqueta protocolar, sino la piedra angular para la edificación de un por hacer digno, orgulloso, solidario y fructífero.

@ArmandoMartini