A 30 años del accidente mortal de Ratzenberger en Imola, la “advertencia” que no salvó a Senna

A 30 años del accidente mortal de Ratzenberger en Imola, la “advertencia” que no salvó a Senna

Ratzenberger luego del fatal accidente (Archivo CORSA).

Hay una raza pilotos en la Fórmula 1 que son los luchadores. Esos que dejaron todo por poder correr al menos una carrera en la Máxima. No importa a qué edad lo logren, lo importante es hacer realidad el sueño de su vida. Uno de ellos fue Roland Ratzenberger, quien recién empezó a competir con 17 años y a los 33 llegó al gran circo. Pero mientras vivió los días felices de su vida con el auto del humilde equipo Simtek, encontró la muerte en Imola, el sábado 30 de abril de 1994. Su pérdida fue como un mensaje premonitorio porque al día siguiente otro choque mortal se llevó a Ayrton Senna, nada menos.

Por infobae.com

Roland nació el 4 de julio de 1960 en el entorno de una familia modesta de Salzburgo, en Austria. Quién mejor para hablar de él que su padre Rudolf (88 años), que en 2019 concedió una entrevista a Motorsport Magazine. Recuerda que junto a su mujer Margit les llamó la atención cómo su primer hijo (luego vinieron al mundo Elisabeth y Gabi) se pasó horas pegado a la ventana mirando pasar los autos. “Su primera palabra fue ‘auto’”, reveló.





Su amor por el automovilismo creció rápido como un coche de carrera. A los 17 años comenzó a despuntar el vicio en el karting y la pasión lo llevó a dejar la carrera de ingeniería mecánica, camino que eligió como alternativa si se frustraba su campaña como piloto. Tras su paso por las fuerzas armadas, comenzó a trabajar de mecánico en una escuela de pilotos en Salzburgo, donde también fue instructor. Con eso se pagó sus competencias en la Fórmula Ford (FF) Alemana en 1980. En 1986 venció en un festival de FF disputado en Brands Hatch contra pilotos de la talla de Johnny Herbert Eddie Irvine, ambos luego corredores de F1.

“No estábamos necesariamente contentos con su elección”, admitió Rudolf, que trabajaba como funcionario. “No podíamos apoyarlo económicamente y nos preocupaba que tuviera un futuro decente. Por supuesto, también conocíamos los riesgos, pero nunca temimos por su seguridad. Correr era un mundo lejano para nosotros. Obvio que los éxitos de Jochen Rindt Niki Lauda me hicieron conocer la F1, pero nunca fui un fanático del automovilismo hasta que empezó Roland”, confesó.

En 1987 pasó a la Fórmula 3 Británica, donde fue compañero de otro ex F1 como Bertrand Gachot en el West Surrey Racing. Estuvo dos años en ese certamen sin buenos resultados. A la vez corrió en el Mundial Resistencia (Sport Prototipos), en el que disputó seis veces las 24 Horas de Le Mans, y en el Campeonato Británico de Autos de Turismos (BTCC) con un BMW M3. En 1989 pegó el salto a la Fórmula 3000 Británica, categoría antesala a la F1. Terminó tercero en el campeonato que ganó Gary Brabham, hijo del tricampeón de F1, Jack Brabham y fundador de la histórica escudería.

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